José María Castañeda .-
Futuros funcionarios del gobierno entrante, como es el caso del arquitecto Huizar, se niegan a colaborar con el personal actual de la administración, lo que ha generado serios problemas en el drenaje sanitario de Santiago Ixcuintla. En particular, Huizar se ha rehusado a trabajar junto con el equipo de Coplademun, dificultando la solución al problema del derrame de aguas negras que, cual géiser, brota de la red de drenaje en distintos puntos de la ciudad.
Esta situación ha causado un gran malestar entre los ciudadanos, quienes no soportan las emanaciones que provienen del deficiente sistema de drenaje. Tanto el presidente municipal electo, Sergio González García, como el actual alcalde, Eduardo Lugo, habían acordado en un programa de radio conducido por Jesús Narváez que ambos equipos trabajarían conjuntamente para resolver este problema. Sin embargo, el arquitecto Huizar ha manifestado su negativa a colaborar hasta que tome oficialmente posesión del cargo, desobedeciendo las órdenes del presidente municipal electo.
Huizar, quien reside en la colonia CTM, parece apoyarse en su relación con una figura clave de la burocracia local, la cual podría estar influenciando su decisión de no colaborar. Este conflicto interno no solo afecta la coordinación entre administraciones, sino que también agrava el problema del drenaje.
Por otro lado, el presidente saliente, Eduardo Lugo, ha tenido que enfrentar el colapso de aproximadamente 70 metros de la red de drenaje, un problema originado por una obra mal ejecutada durante la administración anterior. En lugar de construir una boca de tormenta adecuada, el gobierno del RR colocó tambos soldados que eventualmente colapsaron, obstruyendo la salida de la red hacia el pozo derivador.
Ante esta emergencia, y consciente de que algo debe hacerse, el profesor Lugo gestionó con Rodolfo Coronado el préstamo de una bomba Perking. Esta bomba se instalaría en el tramo colapsado para rebombear las aguas negras hacia el pozo de tratamiento, con el fin de mitigar el derrame de aguas residuales en zonas críticas como el mercado, a la altura de las calles Bravo y Zaragoza, y Bravo y Ocampo.
A pesar de los esfuerzos del alcalde saliente, la negativa de Huizar a colaborar parece estar motivada por celos profesionales, lo que complica aún más una situación que afecta gravemente a la población de Santiago Ixcuintla. ¡Sea por Dios!